LOS INHIBIDORES DE LA GLICOPROTEINA PLQUETARIA IIB-IIIA:

EVIDENCIAS Y PREGUNTAS

 

 

Dr. Vicente Gómez Tello
Editor de la revista REMI
Clínica Moncloa
Madrid, España

 

Introducción
Ensayos clínicos en pacientes sometidos a ACTP electiva y/o implantación de stent.
Ensayos clínicos en pacientes con SCA sin elevación del segmento ST, con o sin coronariografía.
Ensayos clínicos en pacientes con IAM sometidos a angioplastia primaria o fibrinolisis.
¿Existe superioridad de alguno de estos fármacos en situaciones  concretas?
¿Qué enfermos se benefician más para mejorar la relación coste-efectividad?
¿Cuál es su relación coste/beneficio real?
¿Cuál es su ventaja respecto a otros anticoagulantes con otros antitrombóticos?
¿Cuál es su utilidad a largo plazo?
Conclusiones
Bibliografía
Apéndices

Introducción

La activación y agregación plaquetarias, con formación de trombo arterial, desempeñan un papel clave en la fisiopatología del síndrome coronario agudo (SCA)  y son causa de las complicaciones de la angioplastia percutánea (ACTP).  La lesión endotelial inicia el fenómeno trombótico. Trabajos de investigación han demostrado que la glicoproteína plaquetaria IIb-IIIa desempeña una importante acción en el fenómeno de agregación. (Figura 1) En los últimos diez años se ha producido un cambio marcado en el tratamiento de la cardiopatía isquémica. Al empleo de nuevos fármacos antitrombóticos, como las heparinas de bajo peso molecular, se ha añadido, desde 1993, el empleo de una nueva clase de fármacos antiagregantes plaquetarios: los inhibidores de la glicoproteína IIb-IIIa. Se trata de un grupo de fármacos, que bajo la apariencia de una acción común, presentan diferencias marcadas en su composición, selectividad y biodisponibilidad (Tabla I)

Aproximadamente 50.000 pacientes han sido tratados en estudios aleatorizados con estos productos. Globalmente han reducido la mortalidad del SCA del 16,5 al 9,1%  Actualmente, existe evidencia acerca de la acción beneficiosa que los inhibidores de la glicoproteína IIb-IIIa durante el intervencionismo coronario  y el SCA.  Sin embargo, todavía no existe un consenso sobre el empleo de estos medicamentos en algunas circunstancias.  De diversos estudios se derivan conclusiones contradictorias en cuanto a mortalidad y beneficio. El estudio GUSTO IV  no disminuyó la mortalidad en enfermos tratados con abciximab a los que no se sometía precozmente a coronariografía. Sin embargo, el resultado de algunos estudios,  y de meta-análisis  muestra que estos fármacos, cuando se emplean junto con coronariografía precoz, reducen claramente la mortalidad y  complicaciones cardiacas (figura 2)

Boersma et  al han demostrado que a los pacientes con angina inestable a los que se trata con inhibidores IIb-IIIa tienen una reducción del riesgo del 34% respecto al placebo. Si a los enfermos se les somete a una intervencion percutánea la reducción es del 41% (figura 3) Los que tienen elevación del segmento ST y son tratados con angioplastia tienen una reducción del 49%.10 Los que no tienen elevación del segmento ST tienen una reducción del 11 %. En este artículo se revisarán los principales ensayos con inhibidores IIb-IIIa en cardiología invasiva y SCA. Distinguiremos tres tipos de marcos clínicos en los estudios: Pacientes sometidos a ACTP/stent de manera electiva, pacientes con SCA sin elevación del segmento ST y pacientes con SCA y elevación del segmento ST. Posteriormente se plantearán los interrogantes que todavía persisten en el uso de estos fármacos, finalizando con unas recomendaciones basadas en la evidencia publicada.

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