PALABRAS CLAVE

Testículo - Angiogénesis - Tumores testiculares - Tumores germinales - Microcirculación.

 

INTRODUCCIÓN

Está demostrado que una gran variedad de tumores malignos pueden inducir neovascularización capilar, lo que se relaciona además con la agresividad de estos tumores y la posibilidad de desarrollar metástasis. En estos tumores, la vascularización puede tener un importante valor pronóstico como indicador de la agresividad del mismo, como ocurre en el carcinoma de mama (1,2), o en los tumores malignos de próstata (3). Los tumores de células germinales testiculares (TCGT) son relativamente poco frecuentes. La mayoría de los tumores corresponden a seminomas (S), carcinomas embrionarios (CE), tumores del seno endodérmico (TSE) y teratomas maduros o inmaduros. Estos tumores presentan algunos marcadores clínicos e histopatológicos que tienen un importante valor diagnóstico y pronóstico. No obstante, se conoce poco sobre su capacidad para inducir neovascularización tisular, y además, esta capacidad como valor pronóstico resulta cuestionable (4,5). En este estudio se cuantificó la presencia de capilares y arteriolas-vénulas en los diferentes TCGT, excluidos los teratomas, para precisar un posible comportamiento biológico distinto.

 

MATERIAL Y MÉTODOS

Se estudiaron 40 TCGT obtenidos por orquiectomía en el Hospital La Paz de Madrid y el Hospital Universitario de Guadalajara: 15 S, 15 CE y 10 TSE. En todos los casos se extirpó conjuntamente el testículo afectado así como el epidídimo y el cordón espermático. La pieza obtenida fue fijada por inmersión en formaldehído al 4% durante 48-72 h. Se obtuvieron al menos seis fragmentos de diferentes áreas del tumor para diagnóstico histopatológico. Las muestras fueron incluidas en parafina y teñidas con HE, PAS y Trichrómico de Masson. Se utilizaron como controles 10 testículos de pacientes adultos fallecidos por diferentes causas y obtenidos durante la autopsia. Se estableció como condición para su inclusión que la causa de la muerte no tuviera repercusión sobre el parénquima testicular y que ambos testículos tuvieran un patrón histológico normal. Para la identificación de los vasos sanguíneos se utilizó el anticuerpo endotelial anti-CD34 (Medac, Hamburgo) a una dilución 1:200, procediendo del siguiente modo: se seleccionaron tres áreas representativas del tumor y se procedió a hacer cortes seriados de 6 m para procesarlos por el método de fosfatasa alcalina-antifosfatasa para estudios inmunohistoquímicos (6). Una sección fue utilizada como control negativo del anticuerpo. En cada caso, se obtuvo la densidad de volumen (DV) del total de microvasos, así como la DV de capilares y de arteriolas-vénulas mediante un analizador de imágenes VideoPlan Kontron. Se definieron los capilares y las arteriolas vénulas por el diámetro de los vasos: <15 m los capilares y entre 15 y 30 m las arteriolas-vénulas. Para el estudio cuantitativo se utilizó el procedimiento estereológico de Weibel (7) por medio del uso de una gradilla de 144 intersecciones. Los resultados fueron evaluados por medio de la t de Student.

 

RESULTADOS Y CONCLUSIÓN

La microcirculación del testículo normal humano está formada por arteriolas, capilares peritubulares, capilares intersticiales -en relación con las células de Leydig- y vénulas (Figs. 1 y 2). El contorno de todos estos vasos es fácilmente identificable con el anticuerpo anti-CD34, el cual se expresa de forma difusa en el endotelio de vasos sanguíneos y se encuentra ausente en el endotelio de los vasos linfáticos. En los TCGT, los microvasos se disponen fundamentalmente en los tabiques conjuntivos del tumor, en donde se disponen en gran número las células inflamatorias, observándose con frecuencia una migración de linfocitos a través del endotelio vascular. Los microvasos pueden encontrarse también en íntimo contacto con las células neoplásicas, predominando los capilares con respecto a los vasos de mayor calibre; además, el anticuerpo CD-34 permite distinguir células positivas aisladas, interpretadas como células endoteliales, y la formación de primitivos angiotubos caracterizados por una pequeña luz delimitada por un contorno nítido en el citoplasma de las células endoteliales. En la periferia de la masa tumoral principal, así como en los nódulos satélites, existe una condensación del tejido intersticial testicular, en donde frecuentemente se puede apreciar una mayor cantidad de microvasos que en el interior del tumor. En los S, la mayor cantidad de microvasos se encuentra en relación con los infiltrados inflamatorios intersticiales. En el interior del tumor, los vasos se encuentran de forma aislada disponiéndose entre ellos amplias zonas tumorales avasculares. En las frecuentes áreas de necrosis que se observan en este tumor, los microvasos no son distinguibles; no obstante, cuando el material necrótico es sustituido por una fibrosis cicatricial, el número de microvasos se incrementa de forma notoria (Figs. 3-5). El CE puede presentar numerosos patrones histológicos, aunque lo que predomina es una mezcla de los patrones sólido, papilar y adenomatoso. En los tumores que presentan una variedad sólida o adenomatosa, los microvasos son escasos y se distribuyen sin un patrón característico, pero en las áreas papilares, los capilares siempre forman parte del eje conectivo de la papila (Figs. 6-8). Al igual que ocurre con los S, la necrosis es frecuente, con zonas de tejido de granulación, donde se encuentra una angiogénesis aumentada. Los TSE presentan patrones histológicos muy complejos, aunque en nuestra serie predominan los patrones sólidos indiferenciados o con focal diferenciación hacia estructuras seudoglandulares, en los que rara vez se observan cuerpos glomeruloides de Schiller Duval bien diferenciados. Estos cuerpos están característicamente centrados por abundantes capilares CD34 positivos, rodeados íntimamente por células tumorales. Sin embargo, en el resto de la masa del TSE los microvasos no presentan una distribución peculiar. Los datos morfométricos del estudio se muestran en la Tabla 1. El número de capilares y arteriolas-vénulas en los S es mayor que en el resto de los TCGT (p<0.001). No obstante, el número de microvasos en todos los tipos de TCGT es significativamente menor (p<0.001) que en el testículo normal. Los estudios sobre angiogénesis en diferentes tumores han adquirido gran importancia, no sólo como un marcador biológico de la progresión tumoral, si no también como un factor pronóstico en tumores (2,3,8,9). Sin embargo, cuando estos estudios se analizan en profundidad, los resultados obtenidos son discordantes, sobre todo como consecuencia de la ausencia de la aleatorización de la cuantificación de los microvasos inducidos por el tumor (4,5). En este sentido, numerosos trabajos cuantifican los microvasos en las zonas de tejido de granulación desarrolladas en las áreas de necrosis tumoral. En este estudio, sólo se han cuantificado los microvasos en las áreas de masa de tumor germinal, evitando aquellas otras amplias zonas de necrosis, características de estos tumores y que presentan una gran cantidad de vasos (Fig. 9). Morfométricamente, son los S los que muestran un mayor número de capilares y arteriolas-vénulas que los TCGT no seminomatosos. No obstante, en comparación con el testículo normal, el número de microvasos en el interior del tumor es mucho menor. Esta observación resulta un tanto paradójica por cuanto la neovascularización suele estar aparentemente aumentada en la mayoría de los tumores . Esto podría explicarse por el hecho de que todos los TCGT malignos tienen su origen en el carcinoma in situ testicular, una neoplasia de células germinales que se desarrolla en el interior del tubo seminífero en donde no hay vasos sanguíneos. La proliferación de las células del carcinoma in situ provoca la expansión del tubo seminífero, el cual puede alcanzar un diámetro cuatro veces superior y rechazar hacia la periferia los capilares peritubulares. El crecimiento expansivo del tumor origina extensas áreas de necrosis como consecuencia de la pobre aportación de oxígeno a las células tumorales, lo cual, a su vez, es consecuencia de la pobre vascularización capilar. La escasa formación de angiotubos, demostrada con el anticuerpo anti-endotelial CD34, confirma la escasa capacidad angiogénica que tienen las células de los TCGT

 

BIBLIOGRAFÍA.

  1. Weidner N, Semple JP, Welch WR, Folkman J. Tumor angiogenesis and metastasis--correlation in invasive breast carcinoma. N Engl J Med 1991; 324:1-8. 2.
  2. Bosari S, Lee AK, DeLellis RA, Wiley BD, Heatley GJ, Silverman ML. Microvessel quantitation and prognosis in invasive breast carcinoma. Hum Pathol 1992; 23:755-761. 3.
  3. Bigler SA, Deering RE, Brawer MK. Comparison of microscopic vascularity in benign and malignant prostate tissue. Hum Pathol 1993; 24:220-226. 4.
  4. Maher TM, Lee AH. Vascular density does not predict future metastatic disease in clinical stage 1 non-seminomatous germ cell tumours of the testis. Histopathology 1998; 32:217-224. 5.
  5. Olivarez D, Ulbright T, DeRiese W, Foster R, Reister T, Einhorn L, Sledge G. Neovascularization in clinical stage A testicular germ cell tumor: prediction of metastatic disease. Cancer Res 1994; 54:2800-2802. 6.
  6. Martin-Cordova, CG, Regadera J, Hernandez A, Cobo P, Nistal M. Immunocytochemical methods in cell cultures for evaluation of cell cycle and differentiation in normal and neoplasic tissues. J Histotechnol 1996; 19:109-114. 7.
  7. Weibel ER. Stereological methods. Academic Press, London, 1979. 8.
  8. Chodak GW, Haudenschild C, Gittes RF, Folkman J. Angiogenic activity as a marker of neoplastic and preneoplastic lesions of the human bladder. Ann Surg 1980; 192:762-771. 9.
  9. Straume O, Salvesen HB, Akslen LA. Angiogenesis is prognostically important in vertical growth phase melanomas. Int J Oncol 1999; 15:595-559.

 

FIGURAS


FIGURA 1. Patrón microvascular de un testículo de un hombre adulto normal con espermatogénesis bien conservada. Se observan capilares peritubulares e intertubulares. Anti-CD34-HE, x125.

 


FIGURA 2. Intersticio de un testículo normal en el que se aprecia la continuidad de un capilar intersticial con el capilar peritubular. Anti-CD34-HE, x600.

 


FIGURA 3. Panorámica de un seminoma testicular en contacto con la túnica albugínea; los capilares intratumorales se disponen de forma difusa, aunque existen zonas avasculares. Anti-CD34-HE, x125.

 


FIGURA 4. Detalle de un seminoma testicular en el que se observan capilares bien formados así como células endoteliales aisladas. Anti-CD34-HE, x600.

 


FIGURA 5. Sección longitudinal de un capilar intratumoral de un seminoma testicular. Anti-CD34-HE, x600.

 


FIGURA 6. Carcinoma embrionario con un patrón glandular y sólido en el que se observan vénulas angiectásicas y un escaso número de capilares. Anti-CD34-HE, x125.

 


FIGURA 7. Papila de un carcinoma embrionario centrada por un capilar. Anti-CD34-HE, x600.

 


FIGURA 8. Carcinoma embrionario de patrón papilar asociado a extensas áreas de necrosis. Se puede apreciar una pobre vascularización tumoral con un aumento del número de vasos en la porción central cicatricial de la necrosis. Anti-CD34-HE, x125.

 


FIGURA 9. La albugínea delimita de forma clara el seminoma testicular de la izquierda de la imágen, del tejido de granulación de la túnica vaginal testicular. En el tejido de granulación existe una abundante angiogénesis así como una importante neovascularización en la fibrosis peritumoral. En el interior del tumor, los vasos son escasos. Anti-CD34-HE, x125.

 

TABLA 1. Densidad de volumen de microvasos en los TCGT

a: p<0,001 con relación al control
b: p<0,001 con relación a los seminomas