Las dificultades que existen en aceptar uniformemente un esquema de quimioterapia se basan en la escasa diferencia del beneficio mostrado por los diferentes esquemas conocidos (TABLA I).
La Adriamicina es el fármaco más eficaz en enfermedad metastásica y localmente avanzada.
Sin embargo, es más difícil demostrar su mayor eficacia en el contexto del tratamiento complementario, ya que dependen de otras variables tales como la homogeneidad del grupo, el número de pacientes y los años de seguimiento.
De alguna manera, podemos establecer dos grandes grupos de tratamiento según se administre o no Adriamicina.