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             En la imagen se aprecian un edema pulmonar y la presencia de prótesis 
            mamarias de silicona. 
            La paciente, de 22 años, estaba siendo sometida a Cirugía Estética; 
            tras la colocación de ambas prótesis mamarias, se procedió a la 
            inyección de anestesia tópica con lidocaína para realizar una 
            rinoplastia, utilizando cocaína como vasoconstrictor.  | 
         
        
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            Unos minutos después presentó disnea, hipoxemia e hipotensión, 
            requiriendo intubación orotraqueal, ventilación mecánica y 
            administración de dopamina, siendo trasladada al Servicio de 
            Medicina Intensiva de nuestro hospital. Presentaba un edema pulmonar 
            florido, con cambios inespecíficos en el ECG, elevación moderada de 
            troponina T (0,56 ng/ml), y unos niveles de cocaína en orina muy 
            elevados (más de 600 mg/ml). El ecocardiograma transtorácico mostró 
            una disfunción sistólica marcada biventricular, con una fracción de 
            eyección del ventrículo izquierdo del 10%. A las pocas horas pudo 
            ser extubada, y presentó mejoría clínica rápida. Al quinto día, la 
            fracción de eyección era del 20%, y el día siguiente fue alta de 
            UCI. El día 13º la fracción de eyección era del 60%, siendo dada de 
            alta hospitalaria sin tratamiento.
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         Eduardo Palencia Herrejón 
      ©REMI, http://remi.uninet.edu.
      Junio 2003. Comentario 
      Donaldo Arteta Arteta 
      La imagen parece corresponder a una mujer que tiene unas prótesis de 
      silicona en ambas mamas, pero que además evidencia una redistribución de 
      flujo hacia los vértices pulmonares con rectificación del cono de la 
      pulmonar y algunos manguitos peribronquiales. Saludos Dr. Donaldo 
      Arteta Arteta 
      Unidad de Cuidados Intensivos 
      Clínica ASISA Santa Isabel 
      Sevilla (España) Comentario 
      Jon Echeberria
      En 
      general, la incidencia de efectos adversos a la utilización de cocaína 
      como vasoconstrictor y anestésico local para cirugía ORL es baja. La 
      cocaína produce una inhibición de la recaptación de noradrenalina y 
      dopamina, con los consecuentes efectos adversos: taquicardia, arritmias, 
      hipertensión, vasoconstricción, vasoconstricción coronaria, sudoración y 
      midriasis. Los efectos sobre el sistema nervioso central están mediados 
      fundamentalmente por la inhibición de la recaptación de dopamina. 
      
      La ocurrencia de reacciones similares a 
      las descritas en su caso clínico, han motivado que ciertos profesionales 
      hayan sustituído la cocaína como anestésico y vasoconstrictor de la mucosa 
      nasal, por combinaciones de otros vasoconstrictores y anestésicos locales 
      para anestesia nasal tópica. 
      
      
      Las razones que determinan la aparición 
      de efectos colaterales graves
      de la cocaína, estan 
      normalmente relacionados con la concentración 
      plasmática máxima de cocaína (aunque la inhalación de cocaína puede 
      producir un edema agudo de pulmón por un efecto a nivel local). La 
      existencia de concentraciones plasmáticas excesivas de cocaína puede estar 
      producidas por las siguientes razones: 
      
        - 
        
        Sobredosis absoluta (dosis superior a 
        la máxima recomendada), ó 
 
        - 
        
        Absorción inesperadamente rápida (con 
        dosis adecuadas), en pacientes con vascularización supranormal de la 
        mucosa nasal.
 
       
      
      
      
      
      La dosis máxima recomendada de 
      cocaína es 1,5 mgr/kg, aunque en algunas series de pacientes se han usado 
      para anestesia nasal tópica dosis de hasta 3 mgr/kg, sin complicaciones 
      importantes. Las formulaciones de cocaína empleadas habitualmente se 
      presentan en 2% y 5%, pero existen soluciones más concentradas (10% y 25%) 
      disponibles en el mercado. Obviamente, cuando la cocaína topica es 
      utilizada en formulacion tipo "pasta", puede resultar difícil calcular la 
      dosis exacta administrada. 
      
      
      Las preguntas que me gustaría 
      formular acerca del caso clinico 
      expuesto, son las siguientes: 
      
        
        
        
        
        
        ¿presentaba la paciente factores que predispongan a la toxicidad por 
        cocaína, como puede ser la administración concomitante de drogas 
        simpaticomiméticas, o ciertos antidepresivos?. 
        
        
        
        
        ¿presentaba la paciente comorbilidad de tipo vascular, especialmente 
        hipertensión o enfermedad isquémica coronaria, que la hiciera más 
        susceptible a los efectos adversos de la cocaína?. 
        
        
        
        
        La presencia concomitante de hipercarbia y la administración de halotano 
        durante la anestesia, puede sensibilizar el miocardio a los efectos 
        arritmogénicos de la cocaína. ¿presentaba la paciente alguna de estas 
        circunstancias?. 
      
      Un saludo 
      Dr.Jon 
      Echebarria 
      Consultant Cardiothoracic Anaesthetist and Intensive Care 
      University Hospitals Coventry and Warwickshire 
      United Kingdom 
      ©REMI, 
      http://remi.uninet.edu. Julio 
      2003.  
      Respuesta 
      Eduardo Palencia Herrejón
      La 
      paciente no tenía antecedentes patológicos, ni tomaba ningún medicamento. 
      Confesó haber inhalado ocasionalmente cocaína, pero no la había hecho en 
      los últimos seis meses. La analítica y ECG preoperatorios eran normales.
      
      Inicialmente se realizó la cirugía 
      mamaria sin complicaciones, con oxígeno y protóxido de nitrógeno al 50%, 
      midazolam (3 mg), perfusión de remifentanilo y propofol e infiltración 
      local de adrenalina y lidocaína. Posteriormente se infiltró la mucosa 
      nasal con lidocaína y adrenalina, tras administrar por vía tópica 2 ml de 
      cocaína al 2% (40 mg), 20 minutos antes de iniciar la sintomatología. La 
      paciente no recibió halotano ni se informó de la existencia de hipercapnia. 
      
      El 
      procedimiento se realizó en otro centro, del que no conocemos las rutinas 
      anestésicas, y desde el que se trasladó la paciente a nuestro hospital. 
      Solo creo necesario señalar que, tanto la lidocaína como la adrenalina, 
      pueden agravar los efectos tóxicos de la cocaína, tanto sobre el sistema 
      nervioso como sobre el cardiovascular. 
      Eduardo 
      Palencia Herrejón 
      Servicio de Medicina Intensiva 
      Hospital Gregorio Marañón, Madrid 
      ©REMI, 
      
      
      http://remi.uninet.edu. 
      Julio 2003. 
      
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