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      Un método predictivo
      basado en el ECG aumenta el número de pacientes con IAM
      que reciben tratamiento de reperfusión 
      Artículo
      original: Selker HP, Beshansky JR, Griffith JL, for the TPI
      Trial Investigators. Use of the electrocardiograph-based thrombolytic
      predictive instrument to assist thrombolytic and reperfusion therapy for
      acute myocardial infarction. Ann Intern Med 2002; 137: 87-95. 
      Introducción: La
      realización precoz de trombolisis o angioplastia coronaria en pacientes seleccionados con infarto agudo de miocardio
      (IAM) mejora claramente su pronóstico. Sin embargo, a menudo, la decisión
      de indicar o no el tratamiento de reperfusión es difícil, sobre todo
      cuando es de localización inferior. 
      Resumen: El
      “instrumento predictivo de la trombolisis” (Thrombolytic
      Predictive Instrument, TPI) es un programa informático incorporado al
      electrocardiógrafo, que predice el riesgo de: mortalidad a los 30 días y
      al año, parada cardíaca, hemorragia cerebral y sangrado que requiera
      transfusión. Los cálculos se estiman integrando diversos parámetros:
      edad, sexo, existencia de hipertensión arterial o diabetes, tensión
      arterial, tiempo desde el inicio de los síntomas y características
      electrocardiográficas. En este estudio multicéntrico y controlado, el análisis
      final se realizó sobre 1.197 personas con IAM y elevación del segmento
      ST, asignadas aleatorizadamente al grupo control (587) y al de ensayo del
      TPI (610). La tasa global de administración de tratamiento de reperfusión
      fue del 70,3 % en los enfermos en quienes se usó el TPI y del 67,6 % en
      los controles (p = 0,2). La diferencia tampoco resultó significativa en
      el subgrupo de pacientes con IAM anterior e incluso había tendencia a la
      mayor realización de técnicas de reperfusión en el grupo control. En
      los pacientes con infarto inferior sí resultó de utilidad, ya que el uso
      del TPI aumentó tanto el número de trombolisis precoces (58,6 % frente a
      53,2 %, p = 0,08) como el de trombolisis y angioplastias totales (74,7 %
      frente a 67,6 %, p = 0,03). Merece la pena destacar que el TPI redundó en
      la mayor utilización de la terapia de reperfusión en las mujeres (65,7 %
      frente al 55,7% del grupo control, p = 0,04). 
      Comentario: El uso de esta
      herramienta de decisión clínica no incide de manera significativa en
      los pacientes que habitualmente reciben tratamiento de reperfusión, como
      aquellos con IAM anterior. Sí parece beneficiar al grupo de enfermos que
      con frecuencia resultan perjudicados, en cuanto a demoras en la actuación
      y/o adopción de medidas más “conservadoras”. La aplicación del TPI
      puede redundar en una mejora de la atención a los pacientes con IAM
      inferior y a las mujeres. Probablemente, la introducción de este método
      en centros en que se requiere la consulta con un especialista que está
      localizado pero ausente del hospital y en las unidades de asistencia
      prehospitalaria tenga aún mayor interés. 
      Beatriz Sánchez Artola 
      ©REMI, http://remi.uninet.edu.
      Octubre 2002. 
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      Palabras clave: Infarto
      agudo de miocardio, Trombolisis, Angioplastia, Instrumento predictivo,
      Electrocardiograma.
       
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