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      Papel de la hipotermia tras el paro 
      cardiaco 
      Pregunta nº 7: 
      ¿cuál es el papel de la hipotermia tras la resucitación cardiopulmonar? 
      
        - 
          
La hipotermia moderada está indicada en los 
          pacientes resucitados tras sufrir fibrilación ventricular o 
          taquicardia ventricular sin pulso que permanecen en coma  
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La hipotermia moderada está indicada en todos los 
          casos de paro cardiaco que permanecen en coma, independientemente del 
          ritmo encontrado inicialmente  
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La hipotermia debe considerarse todavía un 
          tratamiento experimental  
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Los riesgos de la hipotermia contrarrestan su 
          posible efecto beneficioso  
       
      La respuesta correcta es (a): la hipotermia moderada 
      está indicada en los pacientes resucitados tras sufrir fibrilación 
      ventricular o taquicardia ventricular sin pulso que permanecen en coma. 
      Tras la restauración de la circulación espontánea, un 
      porcentaje elevado de enfermos quedan con encefalopatía anóxica de grado 
      variable, siendo mayoría los que no llegan a recuperar en toda su 
      integridad la función neurológica. Se han ensayado distintos métodos farmacológicos y físicos para 
      mejorar la recuperación neurológica de los pacientes que permanecen en 
      coma inmediatamente después del paro cardiaco. Entre las medidas que no 
      han demostrado eficacia se encuentran la administración de barbitúricos, calcioantagonistas y anti-inflamatorios, así como la inducción de 
      hipertensión o la denominada "resucitación hipoxémica". 
      Recientemente se ha encontrado en dos ensayos clínicos 
      controlados que la inducción de hipotermia moderada mejora la recuperación 
      neurológica en un subgrupo de pacientes recuperados tras sufrir paro 
      cardiaco, los que son encontrados en fibrilación ventricular o taquicardia 
      ventricular sin pulso (1-4). 
      El principal de dichos estudios (1, 2), realizado en 
      Europa, incluyó 275 pacientes que habían presentado paro cardiaco 
      presenciado por fibrilación o taquicardia ventricular, excluyéndose del 
      mismo los enfermos que presentaban hipotensión profunda y mantenida o 
      hipoxemia mantenida después de la resucitación. En este estudio se encontró que la instauración de hipotermia moderada manteniendo 
      una temperatura de 33ºC durante 24 horas consiguió un resultado 
      neurológico favorable a los seis meses en el 55% de los tratados, frente a 
      un 39% en los controles (reducción del riesgo absoluto 16%; reducción del 
      riesgo relativo 40%; IC 95%: 8-81%), y una reducción de la mortalidad a 
      los seis meses (41% vs. 55%; RRA 14%; RRR 74%; IC 95%: 58-95%). 
      En el segundo de los estudios (3, 4), llevado a cabo en 
      Australia, se incluyeron 77 enfermos recuperados de paro cardiaco ocurrido 
      fuera del hospital y encontrados en fibrilación ventricular (con exclusión 
      de los que permanecieron en shock después de la resucitación), y fueron 
      asignados de forma pseudoaleatoria (según el día del mes) a recibir 
      tratamiento estándar o hipotermia moderada (33ºC), iniciada durante el 
      traslado al hospital y mantenida durante doce horas. Tuvieron una buena 
      recuperación el 49% de los que recibieron hipotermia y el 26% de los 
      tratados en normotermia (p= 0,046). 
      Basándose en ambos estudios, se recomienda la inducción de hipotermia moderada,
      (temperatura de 33 ± 1ºC) tan pronto como sea factible, incluso 
      antes del ingreso en el hospital, y en todo caso en las primeras cuatro 
      horas tras la recuperación del pulso, en los enfermos que han sufrido paro 
      cardiaco por fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso y 
      permanecen en coma tras la resucitación. 
      La hipotermia se puede inducir mediante métodos de 
      enfriamiento externo o interno, y se debe mantener durante al menos 12 
      horas y preferiblemente hasta 24 horas una vez alcanzada la temperatura 
      deseada; durante la inducción y el mantenimiento de la hipotermia es 
      necesario mantener sedoanalgesia profunda y bloqueo neuromuscular, y transcurridas 24 horas 
      se interrumpe el enfriamiento activo y se permite el calentamiento pasivo 
      y lo más lento posible del enfermo, retirándose primero el tratamiento con 
      bloqueantes neuromusculares mientras no existan escalofríos, y 
      posteriormente la sedoanalgesia (habitualmente con una asociación de 
      opiáceos y benzodiacepinas o propofol). 
      La eficacia y seguridad de la hipotermia no ha sido 
      probada  en los enfermos que han sufrido paro cardiaco cuando el 
      primer ritmo eléctrico encontrado es asistolia o actividad eléctrica sin 
      pulso. Aunque se requieren nuevos estudios en estos pacientes, la 
      evidencia disponible  permite suponer el mismo efecto beneficioso de la 
      hipotermia moderada sobre la recuperación neurológica de estos pacientes, 
      por lo que también en ellos se debe valorar la aplicación de la 
      hipotermia. 
      Por otra parte, es necesario resaltar que la hipotermia no es un tratamiento exento de riesgos. La hipotermia 
      inducida puede predisponer a la aparición de trastornos hidroelectrolíticos 
      (deplección de agua y sal, hipopotasemia, hipofosfatemia e hipomagnesemia), hipotensión, arritmias, infecciones y alteraciones de 
      la coagulación, por lo que su práctica se llevará a cabo siguiendo 
      protocolos estrictos de manejo de los enfermos. 
      En todos los ensayos clínicos en que se ha utilizado la 
      hipotermia en el paro cardiaco, ésta se ha inducido mediante métodos de 
      enfriamiento externo, que se consideran el estándar de tratamiento. Existe 
      evidencia más limitada de la eficacia y seguridad de los métodos de 
      enfriamiento interno; las ventajas e inconvenientes relativos de unos y 
      otros métodos deberán aclararse en el futuro. 
      Enlaces: 
      
        - 
      
The Hypothermia after Cardiac 
      Arrest Study Group. Mild therapeutic hypothermia to improve the neurologic 
      outcome after cardiac arrest. N Engl J Med; 346: 549-556. [Resumen 
      Medline]  
        - 
      
Palencia E. La hipotermia mejora el pronóstico 
      tras sufrir paro cardiaco. [REMI 
      2002; 2 (2): 315]  
        - 
      
Bernard SA, Gray TW, Buist MD, Jones BM, 
      Silvester W, Gutteridge G, Smith K. Treatment of comatose survivors of out-of-hospital 
      cardiac arrest with induced hypothermia. N Engl J Med 2002; 346: 557-563. 
      [Resumen 
      Medline]  
        - 
        
Palencia E. Tratamiento con hipotermia en 
        supervivientes de paro cardiaco extrahospitalario. [REMI 
        2002; 2 (2): 316]  
       
      Eduardo Palencia Herrejón 
      Servicio de Medicina Intensiva 
      Hospital Gregorio Marañón, Madrid 
      ©REMI, http://remi.uninet.edu.
      Abril 2003. 
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