| 
          
        Las
        principales complicaciones de la intubación difícil son la muerte, el
        daño cerebral o miocárdico y los traumatismos de las vías aéreas. La
        A.S.A. publicó en 1993 su guía clínica para el manejo de la vía aérea
        difícil con el objetivo de disminuir la frecuencia de esas
        complicaciones. En el momento de su publicación, el 28% de las muertes
        relacionadas con la anestesia estaban originadas por la imposibilidad de
        ventilar con mascarilla o de intubar. Esta guía clínica se escribió
        con los datos coleccionados para probar o refutar diez hipótesis que,
        en resumen, son las siguientes: 
        
          - La
            evaluación preanestésica predice la vía aérea difícil y
            previene las complicaciones de la intubación.
          
 - La
            preparación del paciente y del equipo necesario facilita el manejo
            de la vía aérea y previene las complicaciones.
          
 - El
            uso de un algoritmo o estrategia facilita la intubación y previene
            las complicaciones.
          
 - El
            uso de pruebas confirmatorias de la intubación endotraqueal
            facilita la intubación y previene las complicaciones.
          
 - El
            uso de un algoritmo o estrategia de extubación disminuye las
            complicaciones.
          
 - Los
            cuidados postextubación disminuyen las complicaciones.
 
         
        Para
        probar estas hipótesis se revisaron un total de 273 artículos
        publicados entre 1972 y 1991, cada uno de los cuales fue clasificado según
        apoyara una hipótesis, la refutara o fuera neutral. Se encontraron los
        suficientes datos para calcular el nivel de significación estadística
        de tres hipótesis: que la evaluación preanestésica predice la vía aérea
        difícil (p < 0,001), que el uso de un algoritmo facilita la intubación
        (p < 0,001) y previene las complicaciones (p < 0,01). Este metaanálisis
        consideró significativa una p < 0,01. El resto de las hipótesis
        fueron apoyadas por la opinión de los miembros de la "task force"
        y de cincuenta anestesiólogos consultantes con reconocido interés en
        el manejo de la vía aérea y en la elaboración de guías clínicas. 
        En
        Octubre de 2002 se ha publicado una actualización de la guía basada en
        una nueva revisión bibliográfica. Esta vez la búsqueda se realizó
        para probar o refutar un conjunto de 30 hipótesis, incluidas las
        primitivas, entre las que destacan, desde el punto de vista del paciente
        crítico, las relacionadas con la posible superioridad de la mascarilla
        laríngea sobre otros tipos de intubación. La revisión abarcó en esta
        ocasión 60 años (1943-2002) y encontró 569 artículos útiles. No
        obstante, no se encontraron suficientes datos estadísticos para diseñar
        un metaanálisis sobre la vía aérea difícil. Sí se encontraron artículos
        con información estadística suficiente sobre dos de las hipótesis:
        preoxigenación anestésica durante 3 minutos en vez de 4 respiraciones
        máximas, y administración de oxígeno tras la extubación. 
        La guía
        -en su última revisión- tras las generalidades, describe las pruebas
        relacionadas con las hipótesis elaboradas como probatorias (hay una
        relación estadísticamente significativa entre una intervención clínica
        y un resultado), sugestivas (relación apoyada por estudios de casos o
        descriptivos), equívocas (los estudios no muestran una dirección
        asociación clara entre una intervención y su resultado) o no
        concluyentes (hay datos publicados, pero no se puede establecer una
        relación clara entre la actuación y su consecuencia). A continuación
        describe los datos obtenidos sobre los siguientes puntos: 
        
          - Historia
            de intubaciones previas
          
 - Examen
            físico
          
 - Preparación
            básica para una vía aérea difícil
          
 - Estrategias
            para la intubación de la vía aérea difícil
          
 - Estrategia
            para la extubación de la vía aérea difícil
          
 - Seguimiento
            postextubación
 
         
        La
        revisión realizada no encuentra datos probatorios de ninguna maniobra
        relacionada con esos puntos, excepto los ya citados de la preoxigenación
        y la postoxigenación. Especialmente importante es la ausencia de
        evidencia suficiente para recomendar cualquier prueba diagnóstica,
        incluidas las conocidas pruebas predictoras de vía aérea difícil. Se
        recomienda examinar varias características de la vía aérea y
        valorarlas en conjunto (Tabla I) 
        
          
            Tabla I:
              Valoración recomendada por la A.S.A. 
              Hallazgos "poco tranquilizadores" de la exploración
              física | 
           
          
              | 1 | 
              
                 Incisivos superiores largos 
               | 
           
          
              | 2 | 
              
                 Prominencia de los incisivos superiores respecto a los
                inferiores durante la oclusión dentaria 
               | 
           
          
              | 3 | 
              
                 El paciente no puede colocar los incisivos inferiores por
                delante de los superiores durante la protrusión voluntaria de
                la mandíbula 
               | 
           
          
              | 4 | 
              
                 Distancia entre los incisivos superiores e inferiores menor
                de 3 cm 
               | 
           
          
              | 5 | 
              
                 Úvula no visible cuando el paciente saca la lengua en posición
                sentada (clase Mallampati superior a II) 
               | 
           
          
              | 6 | 
              
                 Paladar muy arqueado o muy estrecho 
               | 
           
          
              | 7 | 
              
                 Espacio mandibular rígido, indurado, ocupado por masas o no
                elástico 
               | 
           
          
              | 8 | 
              
                 Distancia tiromentoniana menor de tres dedos 
               | 
           
          
              | 9 | 
              
                 Cuello corto 
               | 
           
          
              | 10 | 
              
                 Cuello ancho 
               | 
           
          
              | 11 | 
              
                 El paciente no puede tocar el tórax con el mentón o no
                puede extender el cuello 
               | 
           
         
        Hay
        datos en la literatura que sugieren (segundo nivel de evidencia) que el
        uso de estrategias específicas facilita la intubación de la vía aérea
        difícil, aunque el grado de beneficio no puede ser determinado. La ASA
        considera  técnica y fisiológicamente tan peligrosos los
        episodios clínicos relacionados con la vía aérea difícil como los
        acontecimientos cardíacos amenazantes para la vida. Por eso la guía
        contiene recomendaciones en forma de cuatro algoritmos que sintetizan
        las pautas para la intubación del paciente despierto o anestesiado y
        para las intubaciones reglada o de urgencia. Estos algoritmos han sido
        modificados para incluir el uso de la mascarilla laríngea. 
        Previamente
        a los algoritmos específicos, las guías de práctica clínica de la
        ASA se inician con unas recomendaciones
        generales. 
        a.-
        Intubación
            del paciente despierto (algoritmo
        1): 
            En caso de fallo en la intubación de un paciente despierto, propone
            tres actuaciones: cancelar la intubación, considerar otras opciones
            (anestesia mediante mascarilla o bajo anestesia local o regional o
            intubación tras inducción anestésica) o practicar un acceso quirúrgico
            a la vía aérea.
         b.-
        Intento
            de intubación tras la inducción de la anestesia (algoritmo
        2): 
            Cuando falla la intubación las acciones propuestas son la vuelta a
            la ventilación espontánea, despertar al paciente y pedir ayuda. Se
            pasa a continuación a uno de los dos algoritmos siguientes.
         c.-
        Vía
            aérea reglada (algoritmo
        3): 
            Se aplica en el caso de  que se haya inducido la anestesia y no
            se pueda intubar al paciente pero se le pueda ventilar correctamente
            con mascarilla. La acción recomendada es seguir con los intentos de
            intubación mediante un método alternativo hasta conseguirlo o
            hasta que la ventilación mediante mascarilla llegue a ser
            inadecuada. Como métodos alternativos se consideran entre otros, el
            uso de otras palas de laringoscopio, la intubación con el paciente
            despierto, la intubación a ciegas oral o nasal, la intubación
            mediante fibrobroncoscopio, estilete, cambiador de tubo o varilla
            luminosa y la intubación retrógrada. En caso de fallo, las
            posibilidades son despertar al paciente, seguir la anestesia
            mediante mascarilla o establecer una vía aérea quirúrgica. Si la
            ventilación mediante mascarilla se vuelve inadecuada, se pasa al
            cuarto algoritmo.
         d.-
        Vía
            aérea de emergencia (algoritmo
        4): 
            Se aplica en aquellos pacientes anestesiados a los que no se ha
            conseguido intubar ni ventilar adecuadamente con mascarilla. Se
            recomienda considerar el uso de la mascarilla laríngea (nuevo). Si
            la ventilación con ella es adecuada, se pasa al algoritmo anterior.
            Si no es adecuada o no se consigue colocar la mascarilla laríngea,
            se pasa a la vía aérea de emergencia. Si ésta última falla, se
            pasa a la vía quirúrgica; si se consigue se pasa al primer
            algoritmo. Entre las opciones de vía aérea no quirúrgicas de
            emergencia se consideran la ventilación por jet transtraqueal o
            mediante broncoscopio rígido y el combitubo esófago-traqueal.
            Entre las quirúrgicas se consideran la traqueostomía quirúrgica o
            percutánea y la cricotiroidotomía.
         Como
        consecuencia de estos algoritmos, resulta evidente la conveniencia de
        tener perfectamente preparado  y estandarizado el equipo necesario
        y de tener la capacitación y la práctica adecuadas para un método de
        intubación alternativo. 
        Estos
        algoritmos fueron diseñados específicamente para la intubación del
        paciente anestesiado o que va a ser anestesiado y sometido a una
        intervención quirúrgica y tiene algunas limitaciones evidentes para
        aplicarlos al paciente crítico. Estas limitaciones están derivadas de
        que el paciente crítico se encuentra frecuentemente en una situación
        que hace imposible volver atrás en el procedimiento iniciado, además
        de que probablemente va a necesitar una prótesis respiratoria durante
        un tiempo prolongado. 
        Predicción de vía aérea difícil: 
        
          
            
              | 1.-
        Clasificación de Mallampati [figura
        1] | 
             
            
              | I | 
              
                Visualización del paladar blando, apertura
        de la faringe, úvula y pilares anterior y posterior
               | 
             
            
              | II | 
              
                Visualización del paladar blando, apertura de la faringe y úvula
               | 
             
            
              | III | 
              
                Visualización del paladar blando y la base de la úvula
               | 
             
            
              | IV | 
              
                El paladar blando no es totalmente visible
               | 
             
          
         
        2.-
        Distancia tiro-mentoniana  
        
          
              | 
            
               Es la distancia entre la línea
        media del mentón, y la prominencia del cartílago tiroides con el
        cuello totalmente extendido. Determina la facilidad de alinear los ejes
        laríngeo y faríngeo con extensión de la articulación
              atlantooccipital. Si la distancia es corta (menos de tres dedos o 6 cm
        en el adulto) ambos ejes forman un ángulo más agudo y es más
        dificultoso su alineamiento y hay menos espacio para desplazar la lengua
        durante la laringoscopia. 
             | 
           
         
        3.- Extensión
        atlanto-occipital  
        
          
              | 
            
               Se mide con la cabeza erguida y dirigida hacia
        delante. Es equivalente al ángulo formado por el plano de la superficie
        de oclusión dentaria superior estando la cabeza erguida (dirigida hacia
        delante) y extendida. El ángulo normal es de 35º. Una extensión menor
        de 30º puede dificultar la posición de "olfateo" para la
        intubación y limitar la visión laringoscópica. 
             | 
           
         
        Bibliografía: 
        
        - 
          
ASA 2002 Practice Guidelines for
          Management of the Difficult Airway. [PDF
          22 pg, 292K]  
        - 
          
Engel TP, Applegate RL, Chung DM, Sanchez A. Management of
          the difficult airway. Gasnet, 2001. [HTML]  
         
          Ramón Díaz Alersi 
        ©REMI, http://remi.uninet.edu/.
        Noviembre 2002.
         Palabras
        clave: Vía aérea difícil, Laringoscopia, Intubación traqueal.
         
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        Sobre la clasificación de Mallampati 
        He leído con atención el artículo 
        abajo citado: 
        Díaz Alersi, R. Guías de actuación de la ASA para la vía aérea difícil. 
        
        REMI 2002; 2 (11): D6. 
        Me gustaría apuntar 
        que la clasificación allí descrita para la predicción de la vía aérea 
        difícil como clasificación de Mallampati, es de hecho una modificación 
        de aquélla, incluida en 1987 por Samsoon y Young. La clasificación 
        original publicada por Mallampati et al en 1985 (1), clasificaba la vía 
        aérea de los pacientes estudiados en tres grupos (Mallampati 1, 2 y 3). 
        Solo fue en 1987, cuando los autores arriba mencionados publicaron una 
        nueva clasificación con la incorporación de un cuarto grupo (2). 
        Con esta 
        clarificación solo pretendo aclarar un punto que puede ser de interés, 
        sobre todo para aquéllos residentes de la especialidad que se sometan a 
        revisiones o exámenes teóricos periódicos. 
        Un saludo 
        Dr. Jon Echebarria 
        Consultant Cardiothoracic Anaesthesist 
        UHC&W 
        Coventry CV2 2DX 
        UK 
         ©REMI, http://remi.uninet.edu. 
        Julio 2003. 
        Enlaces: 
        
        
          - Mallampati, S.R., Gatt, S.P., Gugino, L.D., Desai, S.P., Waraksa, 
          B., Freiberger, D., Liu, P.L. A clinical sign to predict difficult 
          tracheal intubation: a prospective study. Can Anaesth Soc J 1985; 32: 
          429-434. [Resumen 
          Medline] 
 
          - Samsoon GL, Young JR. Difficult 
          tracheal intubation: a retrospective study. 
          Anaesthesia 1987; 42: 487-490.  [Resumen 
          Medline]
 
         
        
       |