| 
        
      Unidades de críticos sin o con intensivistas 
      Un nuevo análisis de la revisión 
      sistemática de Pronovost 
      
        - Calidad de los estudios originales
 
        - Heterogeneidad de los estudios
 
        - Exhaustividad de la búsqueda
 
        - Análisis de calidad de los estudios
 
        - Validez externa
 
        - Referencias y enlaces
 
       
      Quisiera hacer algunas aportaciones al 
      debate sobre la efectividad de la presencia de intensivistas en las 
      unidades de críticos, suscitado por el estudio de  Pronovost et al [1]. 
      Estos comentarios intentan responder a algunas de las críticas que ha 
      recibido el estudio, y se basan, en gran medida, en un 
      re-análisis (*) de sus 
      resultados de mortalidad hospitalaria. Para ordenar la discusión, 
      seguiré el orden de las principales críticas que ha recibido el estudio: 
      
      1.- Calidad de los estudios originales 
      La revisión de Pronovost et al. no se basa 
      en ensayos clínicos con asignación aleatoria sino en estudios quasi-experimentales 
      (pre-post) y en estudios de cohortes paralelas. Como es sabido, la 
      utilización de estos estudios para la evaluación de intervenciones 
      sanitarias plantea serios problemas de validez, en especial por la 
      existencia de sesgo de confusión debido a la desigual distribución de 
      variables pronósticas entre el grupo experimental y control y a la 
      posibilidad de cointervención. Sin embargo, dichos estudios constituyen 
      “la mejor evidencia disponible” para informar decisiones sobre 
      intervenciones organizativas complejas. En estas condiciones, el gestor o 
       planificador sanitario debe decidir entre utilizar la evidencia aportada 
      por este tipo de estudios o apoyarse solamente en la opinión (y la 
      influencia de los grupos de presión). 
      El hecho de que sea la única evidencia 
      disponible no quiere decir que sea la única posible. En este punto 
      discrepo de algunos comentarios, realizados desde estas páginas [5] 
      [6], 
      en que se descartan los ensayos con asignación aleatoria para evaluar 
      intervenciones organizativas por razones logísticas o éticas. Dada la 
      naturaleza de la intervención, ésta no se puede asignar de manera 
      aleatoria a nivel de individuo; sin embargo es perfectamente factible 
      hacer una asignación aleatoria por clusters (es decir, un ensayo 
      comunitario), asignando de forma aleatoria la intervención a unas unidades 
      y no a otras. Una intervención de este tipo sería éticamente cuestionable 
      en un país como España donde la mayoría de las unidades son cerradas, pero 
      posiblemente aceptable en determinados entornos sanitarios en los que el 
      modelo de UCI cerrada no está generalizado. 
      
      2.- Heterogeneidad de los estudios 
      En este punto hay que diferenciar entre 
      heterogeneidad cualitativa y cuantitativa. La primera es consustancial a 
      revisiones como la que nos ocupa, en la que se incluyen unidades con 
      diferentes modelos de organización previos (abiertas, semi-abiertas, con 
      un único intensivista-coordinador, etc.), poblaciones diversas de 
      pacientes (unidades médicas, quirúrgicas, pediátricas, subespecializadas), 
      y diferentes tipos de intervención (con mayor o menor grado de presencia 
      de intensivistas). Sobre este punto volveremos más abajo al referirnos a 
      la aplicabilidad de los resultados. Respecto a la heterogeneidad 
      cuantitativa, tal como indican Tenías y Ruiz [7], 
      el análisis de los 15 estudios con datos analizables indica claramente la 
      existencia de heterogeneidad estadística (tabla 1); sin embargo, el 
      gráfico de Galbraith muestra que dicha heterogeneidad se concentra 
      fundamentalmente en 2 estudios con una odds ratio (OR) superior a 1, y 
      ambos muestran la existencia de un claro confounding: 
      
        - 
        
        
        En el estudio de Carson et al [8], 
        la mayor mortalidad del grupo experimental (OR=
        1,57; IC 95% entre 0,86 y 2,90) se explica por su 
        mayor gravedad (APACHE II: 20,6 ± 8,6) en comparación con la del 
        grupo control (APACHE II: 15,4 ± 8,3).   
        - 
        
        
        En el estudio de Pollack et al [2], 
        el exceso de mortalidad del grupo experimental (OR cruda
        1,33; IC95% entre 1,02 y 1,73) 
        desapareció completamente al ajustar para gravedad (OR ajustada 0,65; 
        IC 95% entre 0,44 y 0,95)   
       
      Parece, por tanto, que la heterogeneidad 
      cuantitativa detectada se debe en gran parte al efecto de confusión 
      introducido por la mayor gravedad de los pacientes del grupo experimental 
      en estos 2 estudios. A pesar de ello, y al objeto de hacer un análisis 
      conservador (favorable al grupo control), se mantuvieron dichos estudios 
      en los análisis sucesivos. 
  
    
      | 
         Tabla 1: análisis de 
        sensibilidad 
       | 
     
    
      | Estudios incluidos | 
      n | 
      p test de 
      heterogeneidad | 
      p test de 
      Egger | 
      Odds 
      ratio 
      (IC 95%)* | 
     
    
      | Todos  | 
      15 | 
      <0,0001 | 
      
      0,0971 | 
      
      0,67 (0,53 a 0,83)  | 
     
    
      | Excluidos 
      estudios pequeños | 
      11 | 
      
      <0,0001 | 
      
      0,3624 | 
      
      0,73 (0,58 a 0,91) | 
     
    
      | Excluidos estudios con riesgo 
      de sesgo | 
      9 | 
      0,1952 | 
      0,5426 | 
      0,67 (0,55 a 
      0,81) | 
     
    
      | Odds ratio 
      ajustadas | 
      
       7  | 
      
       0,0735  | 
      
       0,7666  | 
      
       0,51 (0,38 a 0,67)  | 
     
    
      | * Riesgo relativo de mortalidad 
      hospitalaria (método de Der Simonian-Laird) | 
     
  
 
      
      3.- Exhaustividad 
      Tenías y Ruiz han señalado, con razón, la 
      existencia de indicios de sesgo de publicación, tanto en el funnel plot 
      como en los test de hipótesis [7]. 
      Sin embargo, el análisis tras excluir los estudios pequeños (con un error 
      estándar superior a 0,4) sigue mostrando diferencias significativas a 
      favor del grupo experimental (tabla 1). Dicho de otra forma, la conclusión 
      de la efectividad de las UCIs con intensivistas es robusta para el “efecto 
      de estudios pequeños”. Es importante señalar que esta estimación de la 
      efectividad de la intervención es probablemente conservadora, ya que 
      excluye a los estudios pequeños (más favorables a la intervención 
      organizativa) al tiempo que mantiene los 2 estudios favorables al grupo 
      control. 
      
      4.- Análisis de calidad de los estudios 
      Tenías y Ruiz [9] 
      han apuntado, asimismo, que Pronovost el al describen la calidad de los 
      estudios pero la ignoran al hacer el análisis. Siguiendo sus 
      orientaciones, este problema se ha abordado de 2 formas: 
      
        - 
        
Exclusión de los artículos con probable 
        sesgo de confusión.- Tras excluir los 6 estudios con mayor riesgo de 
        confounding y/o sesgo de tendencia temporal, la medida global de efecto 
        prácticamente no varía. Adicionalmente, desaparecen los indicios de 
        heterogeneidad y de sesgo de publicación (tabla 1).  
        - 
        
Ponderación de las odds ratios 
        ajustadas.- Siete de los artículos incluidos en el meta-análisis de 
        Pronovost aportaban datos de OR ajustadas a gravedad y de su error 
        estándar. La OR global ajustada calculada a partir de dichos datos fue 
        menor que la OR global calculada a partir de los datos crudos (tabla 1, 
        figura 1).  
       
      Figura 1:
       
      Meta-análisis [modelo de efectos aleatorios] Odds Ratio ajustadas 
      
        
      
      5.- Validez externa 
      
      Ya se ha comentado que la extrapolación de  los 
      resultados de esta revisión es un tema de difícil abordaje, debido a la 
      heterogeneidad cualitativa de los estudios y a su carácter observacional:
       
      
        - 
        En primer lugar, resulta arriesgado decidir sobre la magnitud del efecto 
        en diferentes entornos sanitarios a partir de estudios observacionales. 
        Muchos expertos coinciden en que la estimación global del efecto a 
        partir de este tipo de estudios debe ser considerada con mucha 
        precaución (“no se debe confundir el diamante del meta-análisis con la 
        joya de la corona”), y que lo realmente importante en estos estudios es 
        el análisis de sensibilidad, para explorar la robustez de las 
        conclusiones. En nuestro entorno sanitario, además, la aplicabilidad de 
        los resultados reviste una particularidad insólita, ya que la situación 
        de nuestros hospitales se parecería más a la del grupo experimental que 
        a la del grupo control de los estudios analizados. Desde esta 
        perspectiva, lo que procedería calcular en nuestro medio no es un NNT 
        sino más bien un NNH: cuántas vidas se perderían por pasar del actual 
         
        modelo organizativo a un modelo de unidades abiertas.
 
        - 
        Por lo que respecta a la heterogeneidad cualitativa de los estudios, en 
        mi opinión no compromete la validez de las conclusiones. Al contrario, 
        el hecho de que las unidades con alta dependencia de intensivistas 
        mejoren la supervivencia en una gran diversidad de pacientes y entornos, 
        constituye un argumento poderoso a favor de que dicha asociación es 
        causal, y no un simple artefacto.
 
       
      
      En resumen, la evidencia disponible, aunque de 
      calidad no óptima, favorece la hipótesis de la efectividad de las unidades 
      de críticos con alta dependencia de intensivistas. La fuerza de la 
      asociación, la consistencia de los resultados y su plausibilidad de los 
      mismos sugieren que dicha asociación es causal. Esperemos que en el alguno 
      de los países donde el modelo de unidades abiertas es el predominante se 
      animen a realizar un ensayo aleatorizado. Entonces tal vez podamos tener, 
      además, evidencia experimental. 
      
      Referencias 
      
        - Pronovost PJ, Angus DC, Dorman 
        T, Robinson KA, Dremsizov TT, Young TL. Physician Staffing Patterns and 
        Clinical Outcomes in Critically Ill Patients: A Systematic Review.
        JAMA 2002; 288: 2151-2162. [Resumen 
        Medline] 
 
        - Pollack MM, Cuerdon TT, Patel 
        KM, Ruttimann UE, Getson PR, Levetown M. Impacto of quality-ofcCare 
        factors on pediatric intensive care unit mortality. JAMA;272:941-946. 
        [Resumen Medline]
 
        - 
        Rosenfeld BA, Dorman T, Breslow MJ, Pronovost P, Jenckes M, Zhang N, 
        Anderson G, Rubin H. Intensive care unit telemedicine.: alternate 
        paradigm for providing continuous intensivist care. Crit Care Med 2000; 
        28: 3925-3931. [Resumen Medline]
 
        - 
        Baldock G, Foley P, Brett S. The impact of organisational change on 
        outcome in an intensive care unit in the United Kingdom. Intensive Care 
        Med 2001; 27: 865-872. [Resumen Medline]
 
        - 
        Palencia E. La importancia decisiva del intensivista para liderar la 
        asistencia del enfermo crítico. Comentario. [REMI 
        2002; 2 (11): L4]
 
        - Galdos P. La 
        especialidad de Medicina Intensiva. Editorial. [REMI 
        2003; 3 (4): E29]
 
        - 
        Tenías JM, Ruiz V. Tipo de facultativo y resultados clínicos de los 
        pacientes atendidos en UCI. Una revisión sistemática. [REMI 
        2002; 2 (11): L4]
 
        - 
        Carson SS, Stocking C, Podsadecki T, Christenson J, Pohlman A, MacRae S, 
        Jordan J, Humphrey H, Siegler M, Hall J. Effects of organizational 
        change in a medical intensive care unit of a teaching hospital: a 
        comparison of ‘open’ and ‘closed’ formats. JAMA 1996; 276: 322-328. 
        [Resumen 
        Medline]
 
        - 
        Tenías JM, Ruiz V. Tipo de facultativo y resultados clínicos de los 
        pacientes atendidos en UCI. Una revisión sistemática. Réplica. [REMI 
        2002; 2 (11): L4]
 
       
      Metodología: Para este re-análisis se han realizado algunas correcciones en los 
      datos de los artículos originales incluidos en la revisión de Pronovost: 
      
        - El estudio de Pollack 
        et al [2] 
        no ofrece datos exactos de mortalidad hospitalaria, por lo que Pronovost 
        no lo incluye en su meta-análisis. Sin embargo, en dicho estudio la 
        mortalidad hospitalaria tras el alta de UCI es pequeña, y la mortalidad 
        intra-UCI de las unidades con intensivistas es mayor que la de las 
        unidades sin intensivistas. Por todo ello, en este re-análisis se han 
        incluido los datos de mortalidad intra-UCI como un proxy de la 
        mortalidad hospitalaria.
 
        - Al objeto de minimizar 
        el sesgo de tendencia temporal, en el estudio de Rosenfeld et al. [3] 
        se ha considerado como periodo de referencia (grupo control) al más 
        próximo a la intervención.
 
        - Se han corregido los 
        errores en los datos de los estudios de Baldock et al [4] 
        y Rosenfeld et al [3].
 
       
      Jaime Latour Pérez 
      
      UCI Hospital General Universitario de Elche 
      ©REMI, 
      
      http://remi.uninet.edu. 
      Abril 2003. 
      Palabras clave: 
      Cuidados Intensivos, Gestión, Sesgo de selección, Heterogeneidad, 
      Conflicto de intereses, Revisión sistemática, Metaanálisis, Metodología. 
      Busque en REMI con Google: 
  
 
      Envía tu comentario para su
      publicación  |