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       Revista
      Electrónica de Medicina Intensiva 
      Arte nº4. Vol 3 nº 4, abril 2003. 
      Autor: Beatriz Sánchez Artola 
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      El triunfo de la muerte 
      Pieter 
      Bruegel, "el Viejo" (1525-1569): “El triunfo de la muerte",  
      1562. Óleo 117 x 162 cm 
      Museo del Prado, Madrid 
      
      
        
          
            
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            En esta portentosa composición diversas 
            alegorías lúgubres se escenifican en el paraje más desolado, en el 
            que la escasa luz está sofocada por las llamas infernales. No queda 
            nada, sólo hay guerra, asesinatos, saqueos, miedo… En los primeros 
            planos, un vasto ejército de esqueletos avanza segando la vida de 
            cuantos encuentra a su paso, cualquiera que sea su condición.    | 
         
        
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            Tras los escudos marcados con el símbolo de la cruz se pertrechan 
            legiones sepulcrales; una metáfora vieja aunque tristemente actual. 
            Un tropel se agolpa desesperadamente a la entrada de un reducto 
            señalado también con la cruz, donde no hallarán salvación; es una 
            trampa y los dioses o nunca existieron o se han marchado. No hay 
            nada que pueda parar el avance de las macabras huestes, ni siquiera 
            el amor y la música, quienes parecen ejercer cierta resistencia, 
            aunque, 
            sin duda, ésta será vencida.  
            
            
            Esta visión apocalíptica de Bruegel toma forma trágicamente a diario 
            en distintas partes del mundo; en estos mismos momentos es en Irak, 
            donde está ocurriendo esta tremenda escena de devastación y locura. 
            Enlaces: 
            
            Beatriz Sánchez Artola 
            ©REMI, http://remi.uninet.edu.
            Abril 2003. Envía tu comentario para su
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            Comentario 
            Mª Jesús Coma del Corral
            
            Posiblemente 
            me falla la vista, pero tras observar atentamente el cuadro que 
            glosa Beatriz Sánchez Artola, 
            no veo "... En los primeros 
            planos, un vasto ejército de esqueletos". Tampoco veo otras cosas 
            que comenta. Comparto con Beatriz el espanto ante la guerra, la 
            denuncia de la crueldad humana, el clamor ante la pérdida 
            del respeto a la vida ajena. Me gustaría 
            tener su pulso poético y su visión artística. 
            
            Pero no 
            comparto su visión culpatoria de la cruz, el tremendo pesimismo que 
            encierra, y la visión tan negativa de la espiritualidad. Y el 
            sentido de la frase con que glosa tal obra pictórica, si bien las 
            licencias poéticas otorgan 
            gran libertad en el uso de la metáfora, 
            puede resultar ciertamente hiriente para cuantos tenemos fe en Dios, 
            y sabemos que nos aguarda una vida eterna. 
            Un abrazo a 
            todos ! 
            
            ______________________________________________________ 
            Maria Jesus 
            Coma [mjcoma@hgy.es] [mjcoma@uninet.edu] 
            Unidad de Investigación. Hospital General Yagüe. 
            09005 Burgos. SPAIN 
            
            http://www.hgy.es 
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            Comentario 
            Nieves de Lucas García
            
            Propongo enlazar la imagen a otra de bastante más ampliación, porque 
            realmente hay que forzar la vista para encontrar tantos detalles que 
            nos describe Beatriz Sánchez Artola.  Una vez dicho ésto, 
            deseo felicitarla por la sección de arte con la que nos recrea. Sus 
            comentarios (con un alto componente subjetivo, faltaría más) nos 
            acercan enormemente al ánimo del artista. Diría que el arte es 
            comunicación, y para dejarse empapar de él hay que buscar con ojos 
            limpios. No me hace falta compartir con Van Gogh su locura para 
            vibrar en sus colores, no necesito ser atea para percibir el triunfo 
            de la muerte en el cuadro de Bruegel. Ah, Beatriz: recorriendo 
            despacito el cuadro veo cuerpos famélicos, casi esqueletos y poco 
            más, veo destrucción y percibo el miedo. Y en mi condición de 
            persona, me acerco un poquito más a la humanidad que puede creer, 
            aun sin evidencias, o no, y que sufre en un mundo en el que la 
            muerte siempre llega, a veces tras inmenso dolor. Me encantaría que 
            siguieras en la misma línea: 
            
            Nieves de Lucas 
            
            
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            Nota 
            de la Redacción: 
            
            
            En los dos 
            comentarios anteriores, se alude a las dificultades para ver el 
            detalle de la obra de Bruegel "El triunfo de la muerte", descritos 
            por Beatriz en su comentario; efectivamente, las imágenes mostradas 
            son de escaso tamaño y pobre definición; sin embargo, el presente artículo de Beatriz Sánchez Artola está complementado con varios enlaces, desde los que se puede 
            acceder a imágenes de mayor calidad y definición que la que nos 
            permitimos a nosotros mismos en REMI. En la web del Museo del Prado 
            se puede encontrar un 
            comentario sobre el citado cuadro, 
            y una versión 
            del mismo de 
            80K. Hay también 
            una imagen ampliada, de los "... batallones de soldados de la muerte 
            que arrasan a la muchedumbre...". Otras 
            imágenes de mayor definición: 
            
            
            211K:
            
            http://www.artunframed.com/images/1peterbruegel/brueg1-95.jpg 
            
            
            175K:
            
            http://gallery.euroweb.hu/preview/b/bruegel/pieter_e/painting/death.jpg 
            
            
            222K:
            
            http://www.artchive.com/artchive/B/bruegel/death.jpg.html 
            
            Existen imágenes de este cuadro en la 
            web de hasta 1 Mb, donde se pueden apreciar todos sus detalles con 
            claridad. Pero, seguramente, nada como ir a verlo al Museo del 
            Prado. 
            
            
            Eduardo Palencia Herrejón 
            Redacción REMI 
            remi@uninet.edu;
            http://remi.uninet.edu 
            
            
            
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            Réplica 
            Beatriz Sánchez Artola | 
          
              | 
         
        
          | 
              
            A propósito de la iconografía del 
            "Triunfo de la muerte" 
            En el cuadro “Las tres edades y la 
            muerte” de Hans Baldung, motivo de un comentario anterior en esta 
            misma sección, los temas del tempus fugit y el memento 
            mori se ven, por así decirlo, dulcificados con la esperanza por 
            excelencia para el pueblo cristiano, la redención, significada en 
            una cruz que surca el cielo. 
            Pero no sucede así en esta otra tela, 
            cuyo título ya sugiere mucho. A diferencia de Baldung, Bruegel no 
            emplea aquí la muerte de modo ambivalente, sino que le da un 
            carácter definitivo. En este “Triunfo” sólo veo un apoyo para el 
            aforismo Heideggeriano “el hombre es un ser para la muerte”. 
            
              
                | 
                 
                  
                Figura 1  | 
                
                 El pintor pudo haber utilizado otros 
            recursos de la imaginería fantástica, como las “Danzas Macabras” o 
            los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis”, pero se decantó por la forma 
            antropológica por antonomasia de la Muerte, el descarnado esqueleto, 
            desnudo o apenas cubierto por una túnica. “Ejércitos de esqueletos”, 
            que avanzan sembrando el horror, ocupan la parte intermedia del 
            lienzo (figura 1) y se descubren también a lo lejos (figura 2).  | 
               
              
                |   | 
               
              
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                Figura 2  | 
                
             Las cruces, en esta composición, no 
            son un elemento salvador, sino más bien causa de temor y confusión: 
            indican un recinto, aparentemente sin salida, hacia el que se dirige 
            la muchedumbre y marcan los escudos soldadescos de las espantosas 
            legiones, creo que en una cla- 
                 | 
               
              
                | 
                 ra alusión a las sangrientas refriegas entre 
                protestantes y católicos contemporáneas del artista. La Muerte Triunfante es uno de los 
            recursos iconográficos macabros más estremecedores.  Las epidemias y 
            las contiendas que han asolado pueblos enteros, la injusta y absurda 
            “muerte bélica”, han estimulado a los más diversos artistas, como 
            Bruegel, Rethel, Gutiérrez Solana, Acosta… a utilizarlo.  | 
               
              
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                Figura 3  | 
                
                 Bruegel reproduce con frialdad las 
            alegorías apocalípticas que anuncian el fin de los tiempos: los 
            timbales, las campanas, el reloj de arena, el carro de calaveras (fig 
                3)… todas ellas ejecutadas por la Muerte. Sólo contemplamos 
                violencia y sufrimiento, pero sin la idea de la punición del 
                pecado. No se descubre señal redentora alguna. No hay, en la 
                tierra o en el cielo de esta obra desolada, signo que anuncie 
                una remisión   | 
               
              
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                Figura 4  | 
                
             del destino final. La única 
            resurrección es la de la propia muerte, que emerge invicta de su 
            sepultura (figura 4). No hay perversión conceptual en el 
            hecho de que, en el Arte o en la Vida, la muerte adopte un carácter 
            meramente terrenal o fatalista; tampoco la hay en la coexistencia, 
            en armonía o en lucha, de paganismo y misticismo, incluso en una 
            misma persona (“Heli Heli, lema sabacthani"). 
                 | 
               
              
                | 
             La recreación artística puramente 
            temporal no habría de zaherir moralmente a un creyente, como no 
            debería agraviar a un escéptico la contemplación de una hermosa y 
            meditabunda "Magdalena arrepentida" de La Tour. 
            El cuadro tiene una tristísima 
            cotidianeidad… En nuestros tiempos, la vida y el dolor humanos 
            parecen seguir valiendo muy poco. 
            Saludos positivos y espirituales, 
            sacros, profanos y armónicos, para todos los lectores de REMI. 
                 | 
               
               
            Beatriz Sánchez Artola 
            BIBLIOGRAFÍA 
            
              - 
            
Huizinga J. El Otoño de la Edad Media. 
            Barcelona: Ediciones Altaya S.A, 1995. 
               
              - 
            
Infantes V. Las Danzas de la Muerte: 
            génesis y desarrollo de un género medieval (siglos XIII-XVII). 
            Salamanca: Ediciones Universidad Salamanca, 1997. 
               
              - 
            
En esta
            
            web, se puede encontrar, junto a otras obras de artistas 
            holandeses, una imagen de alta definición de "El triunfo de la 
            muerte" (950K). 
               
             
            
            
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