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      La especialidad de Medicina Intensiva 
      El artículo de 
      Pronovost pretende demostrar en clave científica la ventaja del 
      especialista en Medicina Intensiva en las Unidades de Cuidados Intensivos 
      (UCIs). El autor debe ser muy consciente del malfuncionamiento de las 
      mismas en su país para esforzarse en un trabajoso estudio (1). 
      La reducción de la 
      mortalidad hospitalaria en un 29% (IC 95%: 18-38%) (1) entre UCIs de alta 
      y baja dependencia de intensivistas, resulta difícil de entender en 
      nuestro país porque la mayor parte de los enfermos graves que lo precisan, 
      pasan a las UCIs donde, en términos generales son atendidos por 
      intensivistas. Sin embargo, es un hecho relevante en USA cuando tan solo 
      el 10% de las UCIs americanas están atendidas a tiempo completo por 
      intensivistas, según señala Díaz-Alersi (2).  
      La crítica externa e 
      imparcial de los epidemiólogos Tenías y Ruiz (3), ha podido devaluar el 
      impacto del artículo y las opiniones favorables registradas. Pero yo 
      agradezco la crítica metodológica, que en ocasiones me cuesta entender y 
      “que nos obliga a ser cautelosos a la hora de interpretar las 
      conclusiones”. Es razonable; no parece ético el ensayo clínico en estas 
      condiciones, la revisión sistemática de estudios observacionales tiene 
      menor validez, debe ser exhaustiva en todos los sentidos (idioma, sesgos 
      ...) y no debe realizarse por intensivistas, a pesar del aserto de Jordá 
      (4), del que participo. Es cierto también que falta un test de 
      homogeneidad. 
      Sin embargo, me parece 
      muy acertado el comentario de Palencia (5) cuando después de una 
      documentada defensa metodológica, señala que el análisis es mecanicista 
      como corresponde a quien no participa, y no tiene conciencia del problema, 
      por lo que desvirtúan la validez externa del estudio. Pero hay que 
      reconocer que es éste el cometido estricto de los epidemiólogos como 
      analistas. Y no creo que acepten que la presencia o no del intensivista en 
      la UCI es ya una forma de intervención. Porque no está dentro de un ensayo 
      controlado. Pero para los intensivistas es evidente. 
      ¿Aquí se acaba el 
      esfuerzo de Pronovost?  
      Journal Watch (JW), 
      revista secundaria, publicada por The Massachusetts Medical Society, que 
      también edita The New England Journal of Medicine, se hizo eco del 
      artículo de Pronovost en el último número de diciembre del pasado año (6), 
      y volvió a mencionarlo en el primer número del 2003 (7), en el apartado 
      anual “Year Review”, donde encabezado por “Top Medical Stories of 2002”, 
      se abordan 12 aspectos relevantes de lo publicado entre las 60 revistas 
      médicas, incluyendo las más acreditadas, que el consejo editorial revisa. 
      En sus elecciones, tratan de alcanzar un equilibrio entre la relevancia 
      para la atención primaria, el reconocimento de estudios que marcan hitos, 
      la publicidad y la información pública. Journal Watch no es una revista 
      semejante a ACP Journal, pero es raro no encontrar referenciados los 
      artículos que puedan buscarse por otros métodos, con apropiados 
      comentarios adicionales. 
      Por lo anterior hay que 
      concluir, que incluso con defectos metodológicos, el artículo de Pronovost 
      no ha pasado desapercibido. Los comentaristas de JW mencionan como 
      resultados consistentes, que la participación mandatoria de los 
      intensivistas en las UCIs mejora la calidad del tratamiento, reduciendo 
      mortalidad y estancia. Y señalan también, que existe una apreciable 
      resistencia al cambio por parte de algunas instituciones. Se reconoce 
      además, que el tratamiento de los enfermos ingresados en los hospitales es 
      cada vez más intensivo, convirtiéndose éstos en grandes UCIs. Pero se sabe 
      que en USA, el numero de intensivistas es bajo para las necesidades 
      previstas (8, 9) y las UCIs con intensivistas a dedicación plena no son 
      práctica habitual ni serán fácilmente aceptados por otros tipos de 
      médicos. 
      JW menciona al Leapfrog 
      Group (“salto de la rana”), también citado en anteriores comentarios (10), 
      (www.leapfroggroup.org). Este grupo está formado por 139 organizaciones públicas y privadas que 
      compran servicios sanitarios para sus empleados. Representan 
      aproximadamente a 33 millones de americanos y más de 56 billones de 
      dólares en coste sanitario. Leapfrog Group tiene como propósito final la 
      seguridad del enfermo y entiende que entre los tres aspectos más 
      relevantes para su seguridad, la presencia de especialistas en Medicina 
      Intensiva en las plantillas de las UCIs es decisiva, (junto a la 
      informatización de las órdenes médicas y la selección de los hospitales 
      con mejores resultados acreditados en procedimientos de alto riesgo). 
      Más de 4 millones de 
      enfermos ingresan en las UCIs americanas cada año y más de medio millón 
      muere. En torno a uno de cada nueve o diez fallecidos podría recuperarse 
      si los intensivistas estuvieran permanentemente en la UCI. (1, 11). 
      Leapfrog Group se 
      apoya, entre otros, en Pronovost, y solicita en sus contratos que el 
      equipo médico de las UCIs sea de intensivistas, con conocimientos y 
      entrenamiento específico; la dedicación debe ser exclusiva y las UCIs 
      “cerradas” (con organización exclusiva por intensivistas). 
      Según lo anterior, 
      afortunadamente, muchos compradores de servicios sanitarios son 
      conscientes de la realidad de la Medicina Intensiva, que para ser eficaz, 
      coincide con los planteamientos de la especialidad en nuestro país. Pero 
      intereses económicos y corporativos ponen impedimentos a su normal 
      implantación, a menos que los compradores presionen. 
      ¿Y en nuestro país, 
      donde financiador, gestor y proveedor parecen desdibujarse y vincularse en 
      sus funciones?. Aceptan la utilidad de la Medicina Intensiva, pero actúan 
      contra el desarrollo necesario de la misma, siempre que otros intereses, 
      con frecuencia menos relevantes para el enfermo, se interpongan. 
      Podría resumirse que 
      los artículos de Pronovost (1) y Angus (9), las referencias de los mismos 
      en revistas secundarias, en editoriales, y la influencia en grupos de 
      compradores de servicios sanitarios, ponen de relieve que faltan 
      especialistas y existen intereses corporativos y económicos que pretenden 
      impedir el desarrollo óptimo de las UCIs, tanto en USA como en nuestro 
      ámbito. 
      El único camino que 
      puede romper esta tendencia es la difusión de una mayor información como 
      la citada en Wall Street Journal (12); la adecuada relación de agencia que 
      practica Leapfrog Group, informando y defendiendo a sus clientes; y en 
      nuestro país, en ausencia de entidades de este tipo, la consulta directa a 
      los clientes, que casi intuitivamente conocen la respuesta, pero a quienes 
      no se les da opción a elegir. 
      Bibliografía: 
      
        - Pronovost PJ, Angus DC, Dorman T, Robinson KA, 
        Dremsizov TT, Young TL. Physician Staffing Patterns and Clinical 
        Outcomes in Critically Ill Patients: A Systematic Review. JAMA 2002; 
        288: 2151-2162. [Resumen 
        Medline]
 
        - 
        
Diaz-Alersi R. 
        Influencia de la presencia de intensivistas en el resultado del 
        tratamiento del paciente crítico. [REMI 
        2002; 2 (11): 492]  
        - 
        
Tenías JM, Ruiz V. 
        Tipo de facultativo y resultados clínicos de los pacientes atendidos en 
        UCI. Una revisión sistemática. Réplica. [REMI 
        2002; 2 (11): L4].  
        - 
        
Jordá R. Tipo de 
        facultativo y resultados clínicos de los pacientes atendidos en UCI. Una 
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        2002; 2 (11): L4]  
        - 
        
Palencia E. La 
        importancia decisiva del intensivista para liderar la asistencia del 
        enfermo crítico. Comentario. [REMI 
        2002; 2 (11): L4]  
        - 
        
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Cooper RA. The 
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        completo]  
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Angus DC, Kelly MA, 
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        Medline]  
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The Leapfrof Group for 
        Patient Safety Rewarding Higher Standards. [http://www.leapfroggroup.org]  
        - 
        
Birkmeyer JD, 
        Birkmeyer CM, Wennberg DE, Young MP. Leapfrog safety standars: potencial 
        benefits of universal adoption. The Leapfrog Group. Washington, DC: 
        2000. [Resumen 
        PDF 44K] o [Informe 
        completo PDF 409K]  
        - 
        
Blesa A. La 
        especialidad de Medicina Intensiva en Europa. Comentario. [REMI 
        2002; 2 (12): A1]  
       
      Pedro Galdos Anuncibay 
      Servicio de Medicina Intensiva 
      Hospital de Móstoles, Madrid 
      ©REMI, 
      
      http://remi.uninet.edu. 
      Abril 2003. 
      Enlaces: 
      Palabras clave: 
      Cuidados Intensivos, Especialistas en Medicina Intensiva, Dotación de 
      personal, Estancia, Mortalidad, Pronóstico. 
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