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      [Comentario Eduardo Palencia Herrejón] 
      [Comentario Ricard Jordà Marcos]
 
      Mujer de 29 años, que consultó, 
      para realizarse una lipoescultura. Dentro de su 
      anamnesis relata colelitiasis 
      de 6 años de evolución, motivo por el que se le realizó una
      ecografía hepatobiliar, en la que se encontraron 
      dilatación de la vía biliar y cálculos. Con este resultado fue 
      remitida por el Cirujano Plástico al cirujano 
      general, para valoración. El 2 de enero se realizó 
      colangio-pancreatografía retrógrada endoscópica (ERCP),
      con papilotomía y 
      extracción de cálculos biliares, presentando dolor abdominal en 
      hipocondrio derecho a las pocas horas del procedimiento. La amilasemia post-ERCP fue de 740 UI/L, descendiendo a los valores normales a las
      24 horas. Sin embargo, 
      la paciente persistió con 
      evolución tórpida, dolor en hipocondrio derecho, 
      dolor lumbar derecho, dolor en tórax, disnea, ortopnea y malestar general.
      Al cuarto día fue 
      hospitalizada. El 10 de enero se realizó TAC
      abdominal, en el que se informaron
      pancreatitis y absceso retroperitoneal, con un 
      Balthazar D y un porcentaje de necrosis del 50%. Se realizó con 
      estos hallazgos laparotomía, encontrándose 
      coledocolitiasis residual y
      pancreatitis esteatonecrótica,
      con membranas fibrinopurulentas e infiltración 
      del retroperitoneo derecho, por necrosis. Se le realizó 
      colecistectomía, exploración de la vía biliar, 
      extracción de cálculos, drenaje del absceso retroperitoneal, y
      colocación de tubo en T en vía biliar, 
      dejándose el abdomen 
      en laparostomía, para continuar
      lavados a demanda. El 11 de 
      enero 
      ingresó en UCI; tenía una puntuación APACHE-II de 
      15, mal estado general, taquipnea
      (32 rpm), taquicardia (110 
      lpm), fiebre
      (38,2°C), con 8% 
      bandas. Con el diagnóstico de sepsis abdominal, se
      le dio soporte 
      ventilatorio, se adecuó el volumen intravascular 
      con cristaloides y coloides,  se 
      administraron vasopresores y  
      tratamiento antibiótico con meropenen, 
      levofloxacino y fluconazol. 
      El 12 de enero se realizó revisión quirúrgica, 
      encontrando absceso perirrenal y del psoas derecho, realizándose drenaje 
      de los mismos y lavado abdominal. Presentaba un PTT de 39 seg., Hb 7 gr/dL, 
      e hipotensión, con sistólicas inferiores a 90 mmHg. 
      Requirió soporte con dopamina  a 
      5 mcgr/kg/min, dobutamina a 3 mcgr/kg/min 
      y salino hipertónico al 3% a 40 ml/hora. 
      Por lo que se interpretó 
      como cuadro de sepsis grave 
      con disfunción hemodinámica, por lo que se decidió 
      incluir en el protocolo de proteína C activada: 
      
        - 
        
Síndrome de respuesta 
        inflamatoria sistémica (SRIS).  
        - 
        
Infección 
        documentada en el abdomen. Creció E.
        Coli del cultivo abdominal, sensible a amikacina y 
        resistente a cefalosporinas de tercera 
        generación.  
        - 
        
Disfunción 
        hemodinámica.  
        - 
        
24 de horas de inicio.  
        - 
        
Se inició 
        proteína C 
        activada a 24 mcgr/kg/hora 
        durante 96 horas.  
        - 
        
Se cierra la infusión 
        2 horas antes del lavado abdominal y se reinicia 12 horas después 
        si no hay contraindicación.  
       
      El 14 de enero se realizó la segunda reexploración, 
      procediéndose al drenaje de un 
      hematoma infectado en gotera parietocólica 
      derecha, que se extendía por 
      todo el retroperitoneo. 
      El 15 de enero se realizó la tercera reexploración.
      Mientras se realizaba desbridamiento 
      de la necrosis retroperitoneal se presentó 
      lesión vascular de la vena renal derecha, con cuadro intraoperatorio de 
      shock hemorrágico grado IV, con pérdida del 40 % 
      de la volemia. Se transfundieron 7 U de concentrados de hematíes y 
      8 U de plasma fresco congelado (PFC).  
      Su  Hb bajó a  5,5 gr/dl, 
      PTT 46/38 seg., y TP 28/13 seg.,
      con INR de 2,92. 
      El 16 de enero se transfundieron 6 
      U PFC. PTT 32/31 seg., TP 
      17/12 seg., INR 1,4. 
      Teniendo en cuenta su cuadro clínico 
      y su Balthazar D (que más 
      aporta a la mortalidad), le dan una mortalidad superior al 90%: usted, 
      en su unidad de intensivos, ¿le reiniciaría la 
      infusión de proteina C activada? 
      Arturo Arias Antún 
      Anestesiólogo-Intensivista 
      Cucutá, Colombia 
      ©REMI, http://remi.uninet.edu.
      Agosto 2003. Envía
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